miércoles, 21 de enero de 2015

Seres Monoculares

Aunque la expresión "Seres monoculares" tal vez no exista, me siento rodeado de seres monoculares, seres que solo “ven una sola cara de la moneda”, de seres que solo ven un lado de las cosas, y me viene esta percepción, con todo lo que sucede a mi alrededor, comenzando por los atentados de París, donde hay quien condenaba el terrible atentado, y hay quien lo compara con otro como si por compararlo con algún hecho más atroz, podría entonces restársele importancia a las aberraciones humanas, por favor, tenemos dos ojos, dos orejas, pensemos y escuchemos un poco más, no hay una visión única de nada, pensemos libremente (aunque esto debería ser una frase con redundancia no lo es).



Para mi es tan grave los ataques indiscriminados de militares, o milicianos, o disfrazados, en todos el mundo contra la población civil, llámense americanos, palestinos, israelíes, etc., que los ataques que una persona hace contra otra, los asesinatos en manos de la delincuencia, para mi es grave el sufrimiento de cada ser humano más si es infringido, en la mayor parte de las veces por seres humanos, pero el tema es como apuntarse a un lado, porque todo el mundo quiere hacerlo, los buenos son “A”, los malos son “B”,  y claro, el malo siempre es el otro y los enmascaramos cobardemente en ideologías, que al final solo sirven para separarme del otro, para justificar mi creencia de que los demás están separados de mi.



Y no, me niego a tener que “quitarle importancia” a una atrocidad, para darle mayor énfasis a otra, ya sabemos que las vidas no valen lo mismo según donde nacemos, lamentablemente, pero si queremos que esto cambie, debe comenzar por nosotros, los que nacimos del lado donde las vidas no se cuentan por números de muertos, sino por el dinero que representan sus recursos naturales.

Me viene a la cabeza una canción de Pablo Milanés que se llama “La vida no vale nada”… en una de sus estrofas dice: “La vida no vale nada, si escucho un grito mortal y no es capaz de tocar, mi corazón que se apaga.”.


Insisto, me niego a creer que tengo que contrarrestar la barbarie humana con más barbarie, es “leguleyería” de oficio, es populismo disimulado, fariseísmo moderno, llámese como se llame; el realidad todas las penas humanas son mis penas y la de todo ser que se auto-reconoce como ser libre, defensor de la libertad y la igualdad, no debería caer en estos juegos; es como la tontería de "O soy del PP o soy de Podemos", pues no, de ninguno de los dos.

Condeno todo acto violento, represor y terrorista venga de quien venga y vaya  donde vaya, basta de convencionalismos, la política no es de derechas ni de izquierda, parece que es más de arriba y de abajo... y ¿Dónde estamos nosotros?


Dr. Jesús E. Martínez Marín
Ph.D